viernes, 4 de julio de 2008

Esto les digo


Hoy vi- y escuché- a un coro norteamericano, en donde 45 personas cantan en tonos graves y agudos un repertorio “celestial”. En la Iglesia Los Vascos, de Julio Herrera y Mercedes, el Ave María se ha cantado tres veces, en distintas tonadas. La Virgen, contentísima, miraba de atrás (una escultura de la Madre de Dios se sostiene detrás del altar).

Luego, piezas muy gospel como We Will March Through the Valley sonaron en el lugar para tocar, simultáneamente, puntos en común entre los espectadores y el público.

“Nosotros queremos traer a los distintos países de América Latina otra idea de nuestra gente, de nuestra cultura, más allá de lo que ha sido el gobierno de nuestro país durante los últimos años”, me comentó Patrick, un señor canoso aunque joven, familiar de una de las intérpretes. Encantado con nuestro país, él mira a su alrededor con los ojos contentos.

También cantaron la letra del poema Te quiero, de Mario Benedetti. Fue ahi cuando pensé cuántas veces las cosas hermosas que nos pertenecen tienen que estar en labios de otros para que las valoremos…Reflexiones.

No faltaron los músicos que ejecutaron la flauta dulce-dulcísima-, la guitarra electro- acústica, los timbales y las maracas. El mejor instrumento de la noche fue, sin duda, la garganta humana. Por momentos, quise imaginar la voz de un ángel y supe que, allí aguardaba lo más parecido posible a esa voz. Alegría de cantar y perfección vocal; emoción y entrega. Gratitud.

Esto les digo, es el nombre de la última canción. Allí se reafirma que, la música, como arte constituye un refinamiento del alma y una plena donación de amor entre vidas que, a la primera impresión, nada tienen que ver.

2 comentarios:

Emma dijo...

Esas cosas que te encantan. El blog sigue teniendo aroma a vos. No había vuelto a entrar y de pronto, ¡pum! todo nuevo.

Nat dijo...

si, lo tenía a un lado, así que decidí mimarlo un poquito...
besos!