viernes, 25 de mayo de 2007

Como Kate, por favor

*El espíritu de la colección es un aire sofisticado pero distendido














¬Ser famoso es lo mejor que le puede pasar al que quiera diseñar desde ropa, a muebles de lujo, como es el caso de Lenny Kravitz. Hoy el famoso que no diseña es una oveja negra en un rebaño de creatividad (a veces falsa).
Hoy me concentro en la nueva colección de la modelo británica Kate Moss que arrasa en todos sus puntos de venta. Las mujeres se mimetizan con gatas en celo y son capaces de cualquier espera por conseguir un retazo diseñado por la Moss. Básicamente, compran la ropa de su colección porque están embelezadas con la figura de esta mujer. La única certeza que cuesta aceptar es que nunca lograrán emparentarse con Kate. El minimalismo de sus atuendos desafía las curvas y la estima de la mayoría de las mujeres. Es interesante como, en verdad, los diseños son realizados por profesionales y la modelo sólo aporta su sentido estético y su conocimiento del negocio a la firma.
Kate Moss es única, bellísima, flaquísima y casi con total seguridad, desgraciada. Es difícil delinear lo que hay de la Kate producto industrial y de la Kate persona. A lo mejor, no está en sus planes cuestionárselo. Pero eso es otro tema. -

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